Cada vez que aparece una tendencia en la parte digital surgen voces escépticas que cuestionan su efectividad. El marketing de contenidos no es una excepción, a pesar de que no es una técnica nueva.

Mucho antes de que existiera internet, las empresas ya usaban los contenidos para relacionarse con el cliente. Prueba de ello es la Guía Michelín. Esta se editaba desde el año 1900 y se regalaba a los compradores de neumáticos. Las publicaciones corporativas en papel han evolucionado para convertirse en un blog, infografías, libros electrónicos, casos de estudio, videos, etc., pero la esencia se mantiene.

Entonces, ¿por qué algunas personas afirman que el marketing de contenidos no funciona? Pasó lo mismo cuando empezó la publicidad digital. El problema suele venir de su aplicación por parte de las marcas y de muchas agencias que no tienen el conocimiento.

En muchos casos se confunde el content marketing con el branded content, y con el storytelling. Todas son técnicas diferentes, pero que si se usan bien, pueden ser complementarias.