1. Encuentra un lugar y modo de escritura con los que te sientas a gusto Puedes acostarte con un cuaderno o sentarte en tu escritorio con la computadora. Si te bloqueas, relájate meditando, dando un paseo, mirando por la ventana, durmiendo una siesta, haciendo ejercicio, tomándote un café, dándote una ducha… En fin, hay muchísimas estrategias y conviene variar entre ellas.
2. Observa a tu alrededor, fíjate en la vida de las personas Hay muchas ideas para escribir e historias esperando ser descubiertas. También puedes intercambiar ideas con otros e incluso escuchar conversaciones de desconocidos. Y, si es posible, habla con tus lectores. Si tienes un blog propio, pregúntales qué esperan del contenido de tus próximas publicaciones. Si trabajas para alguien, investiga su página web , lee los comentarios de sus clientes y fíjate sobre qué temas escribe.
Todo esto te servirá para planificar estratégicamente tus próximos contenidos, crear vínculos entre posts y sugerir nuevas interacciones con los lectores.
3. Construye un banco de ideas para escribir Guarda información, enlaces y mantén el contenido y las referencias almacenadas. También anota inmediatamente todos los pensamientos e ideas que te surgen para que no se te olviden.
Se trata de disponer de un archivo de ideas para escribir , un lugar donde anotarlas y una buena forma de clasificarlas. Así podrás acudir a este tesoro siempre que necesites inspiración.
4. Lee mucho Así ampliarás vocabulario, descubrirás distintos tipos de estilo literario y harás cada vez más y mejores asociaciones de ideas.
Leyendo pueden brotar nuevas ideas para escribir o simplemente estimular tus ganas de hacerlo. Observa el tono de comunicación del escritor, cómo comienza las frases, cómo establece conexiones emocionales con los lectores, su forma de conducir la trama, etc.
Además de libros, lee revistas. Sus contenidos son optimizados para consumirse a corto plazo y compiten con mecanismos más modernos de comunicación, como los portales de noticias. Por eso, crean contenidos y titulares atractivos que llaman la atención del lector y, en ese sentido, pueden inspirarte.
Mira películas y entrevistas o escucha música y podcasts . Es un hecho que los diálogos inteligentes traen inspiración. Incluso, dependiendo de los formatos y los estilos del contenido, hacer referencia a la película y el personaje puede enriquecer tus productos literarios.
Por otra parte, escuchar música antes o durante el proceso de escritura puede ayudarte a desenredar tus pensamientos, potenciar tu cognición y aumentar tu capacidad de aprendizaje y tu memoria.
6. Escribe mucho, sin juzgarte Quizá las primeras ideas para escribir que se te ocurren no te convencen del todo, pero cuestiona tu perfeccionismo y trabaja con lo que tienes. Casi siempre es mejor de lo que piensas. Además, las mejores ideas nacen cuando se están desarrollando otras, así que no temas dar rienda suelta a tu imaginación y dejarte llevar.
En cualquier caso, desechar ideas y aprender de ello también ayuda. Encontrar las expresiones idóneas es fruto de mucho trabajo, de pulir una y otra vez el texto. Primero escribe lo que se te venga a la mente, sin pensar mucho si es adecuado o no. Cuando termines, revisa el contenido, realiza los ajustes necesarios y luego compártelo o envíaselo a alguien para que te dé sus opiniones.
Y si estás bloqueado, ponte a escribir un texto sobre algo que te guste, sin compromiso, te ayudará a volver a la escritura “obligada” con más ganas.
7. Anímate a escribir a mano La escritura a mano estimula al cerebro . Cuando menos lo esperes, ya tendrás el texto estructurado y solo tendrás que ordenar el contenido y darle fluidez. Ejecutar una tarea manual requiere mucha concentración y, al hacerlo, tus ideas para escribir fluirán naturalmente.
8. Incursiona en diversos estilos Explora diferentes tipos de estilo literario : sobrio, elegante, sencillo, enérgico, dramático, etc. Conocerlos te permitirá definir el más adecuado para lo que deseas transmitir.
9. Practica técnicas para fomentar tu creatividad Busca generadores de ideas o disparadores creativos (de primeras líneas, títulos, personajes, palabras, etc.) Luego, practica ejercicios de escritura: para empezar a escribir, crear personajes, probar técnicas literarias, trabajar con narradores y diálogos, describir y ambientar historias, etc.
A continuación te sugerimos algunos ejercicios para encontrar ideas para escribir :
Conecta elementos de una historia que no tengan nada que ver, o elige uno y conviértelo en algo opuesto. Busca noticias de los periódicos que sean curiosas, inspiradoras o divertidas. Haz una tormenta de ideas. Lleva un diario y trata de escribir todos los días. Reescribe fragmentos de libros. Pregúntate: “¿y si…?”. Es una técnica de pensamiento lateral que consiste en formular hipótesis. Piensa en opiniones enfrentadas, cómo serían los personajes que las defienden y en qué historia podrían estar implicados. Indaga historias reales. Haz listas de atributos o limitaciones y crear historias a partir de ella. Estamos seguros de que todos estos consejos nutrirán tu propio potencial creativo y te proporcionarán muchas ideas para escribir . Después podrás desarrollarlas, convertirlas en un argumento y estructurarlo en un esquema a partir del cual escribir tu texto.